lunes, 16 de noviembre de 2009

La aventura de ser maestro

Cuando leí el texto "La aventura de ser Maestro" no podía dejar de subrayar pues me leía en cada línea. En uno de los planteles en los que he laborado, se ofrecía la carrera de Mantenimiento Industrial. Daba tristeza que ni siquiera el personal sabia el significado y mucho menos el alcance de esta carrera. Les decían a los alumnos que los contratarían como personal de limpieza, o reparadores de planchas y lavadoras y cosas así, por el estilo. Ni hablemos de carencias, pues se contaba con tres tornos para grupos de 50 alumnos. Pero había materias en las que los recursos eran nulos. La materia de máquinas herramientas se convertía en trabajo de banco, y aunque en este taller se mejoró en equipo, hubo otros a los que nunca se consideró hacerlo, pero se nos pedía elaborar manuales de prácticas para los talleres. La carrera la dieron de baja, sin saber que aún con todos los adelantos tecnológicos, mantenimiento es una parte importantísima en la industria, claro que la realidad es que es incosteable equipar. Otra realidad es que las inclinaciones de los adolescentes no van por ese camino y que prefieren otras carreras y esta matrícula disminuyó bastante.
Cuando les hablas a los chicos sobre las cosas que conoces no dejan de sentir entusiasmo y creen en ti, los haces entrar a tu mundo, cuando lo experimentan se motivan más y las satisfacciones que recibes son muchas.
A la par de la actualización docente pienso que debe darse una orientación educativa completa, sobre los objetivos de la educación media superior, y si es un modelo tecnológico el que se ofrece, debemos dar la bienvenida a quienes traen experiencias recientes del mundo laboral con mayor razón

Al leer la aventura de ser maestro, vi muchas cosas que nos pasan a los que estudiamos una profesión distinta a la de la docencia. Y si, lo más difícil para mí, fue adaptarme a seguir un programa que no siempre concuerda con la realidad, porque las carencias que tenía respecto a las estrategias de enseñanza o a las de aprendizaje o formas de aprender de los alumnos ni siquiera sospechaba que existían. Creí que la forma que yo tenía de entender las cosas era la única que existía, aun ahora, de repente me atrevo a hacer cosas en clase que no siempre dan resultado, aun sigo experimentando. La razón es muy sencilla: nuestros alumnos no piensan como nosotros cuando teníamos su edad y tienen a la mano tecnología que nosotros no. Ellos son capaces de desarrollar habilidades diferentes a las de otras generaciones y alcanzarlos cuesta trabajo.
Por otro lado se encuentra el olvido de los padres por apoyar a sus hijos, para cerrar este triangulo en donde los docentes ocupamos un vértice, los padres otro y el último el estudiante, si alguno no está presente, entonces no logramos el equilibrio.
También creo que la des valoración del docente, se debe a las contradicciones en los valores escolares y los vigentes en la sociedad, , pues el consumismo ha acabado con los valores éticos y la irresponsabilidad para responder por sus actos, ya no es privativa de la juventud, sino de todos los que fingen que cumplen con su trabajo

Mi confrontacion con la docencia

Mi confrontación con la docencia.

Estudie la carrera de Ingeniería Mecánica Electricista en la Facultad de Ingeniería de la UNAM en Ciudad Universitaria. Ya desde entonces algunos ingresos los percibía a partir las asesorías que daba a estudiantes de preparatoria que tenían problemas con las dos materias que incluso ahora imparto: física y matemáticas. Años después, cuando casualmente me encontraba sin empleo, un antiguo compañero de trabajo me aviso de una vacante temporal para cubrir a un profesor en el cetis 39. Con la idea de esta temporalidad, me presente, me entrevistaron y me dieren el puesto. Al terminar este interinato, me ofrecieron una vacante en otro plantel y desde entonces (abril del 93) pertenezco oficialmente a este sistema. Al principio fue difícil adaptarse a la dinámica de la escuela sobre todo por todo el trabajo de escritorio que tenía que hacer, además de entender cómo funcionaba todo, pero había una parte muy fácil, trabajar con los muchachos. Para mí era muy fácil resolver muchas de las dudas que tenían sobre los alcances de su carrera. Trabajar con hombres, en la industria, solucionando problemas técnicos, laborables, de autoridad, tomando decisiones que además involucran la seguridad de personas, no se compara con nada con la frescura, vitalidad, ingenuidad y ganas de los adolescentes. Muchos de ellos me han tomado como su amiga o confidente aunque a otros no les inspiraba más que temor porque decían que era demasiado exigente. En el Cetis 154 impartí materias sobre mantenimiento industrial. En esta profesión hay muchos satisfactores; el estatus en el que nos ponen nuestros alumnos, la buena opinión que tienen sobre nosotros, los cambios de actitud que logramos, los cambios de opinión sobre algunas materias, la aceptación de los jóvenes en la escuela superior, etc.
La convivencia con los estudiantes me rejuvenece día con día, porque me actualiza, y al mismo tiempo me recuerda una parte importante de mi vida, cuanto disfrute y cuanto descubrí.
Existen algunas cosas que la hacen desagradable: el consumismo del que somos producto ha menguado valores éticos, economía, estabilidad en la familia y ha acercado más a los chicos a grupos de amigos poco recomendables, le ha restado valor a la educación y se lo ha dado a los bienes materiales. Eso creo yo es lo que tenemos que rescatar.

Los saberes de mis estudiantes

Lo que nuestros estudiantes saben hacer en Internet.
En un grupo de 50 estudiantes, de primer semestre de la carrera de informática, al preguntarles quienes tienen computadora en casa 32 dijeron que contaban con ella y 28 tenían servicio de Internet.
Todos ellos la usan para escribir sus trabajos escolares, hacer consultas en la red, ver fotos y videos, 15 chatean y muy pocos suben fotos o videos, usan correo electrónico pero no saben como mandar un adjunto.
Bajan juegos, música. Algunos (6) pertenecen a comunidades virtuales como el Habbo o Ikariam, Hi5, etc.. Sólo uno ha hecho una compra en mercado libre y se ha anunciado allí. Algunos, muy pocos, no sabían con precisión que les estaba preguntando.
Creo que debido a la ubicación de mi plantel este proceso del manejo de tecnologías es muy lento, pero va ocurriendo. Tendría que completar esta información tomando en cuenta a todos mis grupos, pero se atravesó el día festivo y solo pude preguntar en uno. Es decir, actualizare esta información lo más pronto posible,

¿Qué podemos hacer para aprovechar esos saberes en el aula?
Una de las cosas que he hecho y que aún no ha dado resultados por la carencia de equipo o la falta de interés por la materia (matemáticas), es darles una dirección de una pagina interactiva para que manejen algunos productos notables. Algunos han intentado buscar otras para otros temas. He pedido que me envíen tareas a mi correo electrónico y muy pocos lo hacen: todavía hay resistencia en ellos y en sus padres al uso de la computadora.
¿Quién van a enseñar a quién y qué le enseñará?
Una de las cosas que he notado es que cada vez que los cuestiono sobre el trabajo en línea, entre ellos mismos se ayudan y se dan ideas de cómo hacerlo y hasta de cómo mejorarlo. Lamentablemente, muchos creen que copiando en trabajo de sus compañeros cumplen con el propio.
¿Dónde lo harán?
Si nos referimos al sitio físico, cada vez mas escuelas cuentan con mayor infraestructura y se preocupan de actualizarla, es decir la tecnología es cada vez más cercana a todos.
Podemos referirnos al espacio virtual, entonces debemos fomentar comunidades en donde interactúen y compartan intereses, por eso me parece extraordinaria la idea de la creación de un blog.
Entre las muchas cosas buenas de estos cambios esta el acercamiento a las nuevas tecnologías, que nos invitan a crear comunidades con intereses propios, a acercarnos a situaciones y experiencias que antes creíamos lejanas a intercambiar ideas y mejorarlas.